"Seré breve, terminé". Dalí.

Reflexiones

Variedad de cosas acechan al ser humano últimamente: preocupación, desinterés, estrés, agobio... ¿y qué sera de mí mañana? Los nervios, el sudor, el temblor, la desesperación ante una persona que se postra frente a ti y evalúa tu capacidad para desempeñar o no un oficio, simplemente con una serie de preguntas que determinarán si estas capacitado o no lo estás. Donde los millares se multiplican y corren en busca del sueño cada vez más precario, pues no sólo aceptan lo primero que se les ofrecen sino que omiten muchas veces las condiciones; y no os equivoquéis, no es su culpa que esto suceda, ni mucho menos. El hambre y la necesidad son indiferentes para unos que para otros.

Hoy releyendo mi blog me he percatado de que mi pensamiento quizás ha variado respecto a lo que pensaba hace dos o tres años. La teoría de la conspiración sigue patente en mi conciencia, esa sociología de la vida la creo más posible que nunca; sólo hay que mirar un poco el mundo como se postra ante nosotros y nos daremos cuenta de que esa conspiración es tan posible en cualquier ámbito que analicemos, que podremos pensar que eso no es así, sino que se ha hecho así.

Corrupción, asesinatos, crisis, déficit, prevaricaziones... no hacen más que pensar que el beneficio es lo único que importa, es lo único que interesa; que el consumo es la única meta de unas personas que intentan controlar el mundo para que el mundo no los controle a ellos.

Pero realmente pienso que esos mismos sujetos no saben con quién juegan... ahí queda la frase de "nos utilizan como marionetas"... porque no son conscientes de quién está detrás de cada historia, de cada alma, de cada situación... no nos utilizan, simplemente no son conscientes de ello aunque resulte difícil creerlo. Creo en el ser humano, es difícil, lo sé; pero creo que la bondad y la nobleza está en los corazones de cada uno de nosotros y aunque la historia me torture enormemente y me apaleé sobre mi pensamiento, seguiré creyendo en las personas.

Un gran amigo mío dejó en mi recuerdo una frase que quizás no tenga una aplicación general pero si tenga un mensaje claro y sincero para con la sociedad: "Si cada uno de nosotros ayudará a las personas que tuviera más cercanas, más próximas a su entorno, todo funcionaría y no existirían problemas". Y no pierde nada de razón respecto a esto, pues no hay nada más entrañable que sentirte auto-realizado por poder ayudar a esa persona a la que le compras el pan, a aquella señora que sabes que vive en la otra calle y le ayudas a cruzar a la calle, el ayudar a un amigo a sentirse mejor después de una perdida o ayudar a aquel o aquella que realmente gracias a ti puede ser feliz.